Por fin ha llegado la fecha más mágica que los niños esperan durante todo el año: la noche de Los Reyes Magos. ¿Quieres saber qué juegos educativos hay y cuáles le pueden venir bien a tu hijo? En este post, vamos a hablaros de algunos juguetes o juegos educativos que pueden pedir a los Reyes Magos para que aprenda divirtiéndose, a la vez que mejora sus habilidades.
Juegos para trabajar las emociones y mejorar las habilidades sociales
Las emociones reflejan nuestro mundo interno y nos hacen actuar en él de una forma adaptativa.
Un buen conocimiento sobre las emociones nos permite conocernos mejor a nosotros mismos y a los demás, satisfacer nuestras necesidades y entender muchos de nuestros comportamientos. Potenciar una inteligencia emocional desde que son muy pequeños resulta imprescindible.
Por su parte, las habilidades sociales nos ayudan a desenvolvernos en contextos en los que nos encontramos con los demás.
Son la base para un correcto desarrollo de la socialización y nos ayudan a conseguir un objetivo, defender nuestros derechos, expresar emociones, construir relaciones personales con los iguales, etc. Por tanto, para desarrollar las habilidades sociales, es necesario comprender las emociones propias y ajenas.
Para ello, podemos utilizar:
Libros
Existen muchos libros que explican y hablan de las distintas emociones. Entre todos ellos podemos recomendaros algunos como:
- El monstruo de los colores (recomendado entre los 2 años y medio hasta los 6 aproximadamente). El libro trata sobre un monstruo que no sabe qué le ocurre: se ha liado con las emociones y debe ordenarlas. Es perfecto para un primer acercamiento al mundo de las emociones y apto para niños más pequeños, aunque puede también utilizarse con los mayores.
- El emocionómetro del inspector Drilo (recomendado entre 6 y 11 años aproximadamente). Drilo es un detective de emociones que ayudará al niño a entender diez emociones (diez Emis): desde las reacciones fisiológicas que producen hasta los distintos niveles de intensidad de cada una de ellas. Los niños podrán, de una forma dinámica y divertida, utilizar un emocionómetro e incluso construir el suyo propio para averiguar qué emoción está presente en distintas situaciones que investiga el inspector.
- Emocionario. Di lo que sientes (recomendado a partir de 6 años hasta la adolescencia). Este libro describe 42 estados emocionales para aprender a identificarlos. Les ayuda a conocer sus emociones, a hablar sobre ellas y a gestionarlas adecuadamente.
Otros juegos
- Emoticapsules (recomendado para niños de entre 2 y 6 años): Se trata de un juego con cápsulas que representan las emociones básicas de alegría, tristeza, miedo, enfado y asco. El niño debe introducir en cada cápsula las tarjetas que simbolicen algo que les haga sentir esa emoción. Por ejemplo, una araña en la cápsula del miedo o un juguete en la de la alegría.
- Mut Kids (recomendado a partir de 5 años): Es un juego de cartas en las que el niño debe hacer gestos o muecas a los demás participantes para que averigüen qué emoción le ha tocado. Este juego ayuda a trabajar las emociones primarias y el autoconocimiento.
- Ikonikus (recomendado a partir de 8 años hasta la adolescencia): Es un juego divertido en el que debes ponerte en el lugar de los demás para ganar la partida. Es un buen juego para trabajar las emociones y la empatía en situaciones concretas, ya que debes responder y preguntar cómo te sentirías en determinadas circunstancias. Los demás deberán elegir la carta de su mano que mejor se adapte a cómo se sentirían.
- Emotions detective: Es un juego en el que identificar emociones ajenas en los demás. Aparecen situaciones en diferentes entornos: casa, colegio, parque y calle, en las que el niño debe adivinar cómo proceder o qué alternativa más adaptativa puede existir para resolver la situación. La respuesta se comprueba por detrás mediante una lupa mágica. Nos ayuda a trabajar también las emociones.
Juegos para trabajar las funciones ejecutivas
Las funciones ejecutivas son habilidades cognitivas imprescindibles para planificar, organizar, guiar y evaluar nuestro comportamiento. Son necesarias para alcanzar metas, y para controlar y regular nuestra conducta y nuestras emociones. Por tanto, son imprescindibles para adaptarnos al entorno. Algunas funciones ejecutivas serían, por ejemplo, la atención (sostenida y selectiva), la memoria, el control de la impulsividad o la flexibilidad cognitiva.
Existen juegos educativos que nos ayudan a trabajar algunas de estas habilidades cognitivas. Algunos de ellos pueden ser:
- Dooble: (a partir de 4 años): Adecuado para potenciar la atención, pues los niños deben encontrar dos objetos iguales en la carta que tienen y en la que está en el centro de la forma más rápida posible.
- Lince (a partir de 4 años): Consiste en encontrar objetos en un tablero para poner cada ficha igual en su lugar. Sirve para entrenar habilidades como la atención y la memoria.
- Jungle speed (a partir de 7 años): Con este juego los niños pueden entrenar el control de la impulsividad, la atención y la memoria. Cuenta con un totem en el centro que los participantes deben coger si la carta que han sacado coincide con la de otro jugador, teniendo en cuenta que hay cartas que pueden parecerse mucho, pero no son iguales.
- Fantasma (a partir de 8 años, aunque puede simplificarse para niños más pequeños): El juego consta de cartas con objetos de diferentes colores y unas figuritas de madera, también de colores, y el objetivo es coger antes que los demás el objeto que coincida con el de la carta. El juego se puede hacer más complicado, y en ese caso, los jugadores deben coger el objeto que no coincida con el de la carta ni con su color. Se trata de un buen juego para potenciar el control de la impulsividad, la atención y la memoria.
Juegos para trabajar la flexibilidad cognitiva, la imaginación y la creatividad
La creatividad es una habilidad importante a desarrollar en los niños. Les ayuda a poder responder de formas originales ante las exigencias del entorno y ante las dificultades, y a buscar alternativas diferentes cuando alguna no funciona. Podemos potenciarla con los siguientes juegos:
- Dixit (a partir de 8 años): El juego cuenta con unas cartas que tienen dibujos abstractos y se debe adivinar la carta que sea a partir de ciertas pistas que se dan en forma de palabras, frases, narraciones o incluso mímica. Es un juego que nos sirve también para trabajar el lenguaje y las emociones.
- Geomag o Lego (desde los 3 años en adelante) : Son juegos de construcción, el primero con imanes y el segundo con fichas encajables entre sí, con el que el niño puede usar su imaginación y creatividad para hacer formas más complejas.
- Story cubes: Con este juego los niños deben inventar y narrar historias en función de los dibujos que salen en los dados. Sirve para potenciar la creatividad y también el lenguaje.
Juegos para trabajar el lenguaje
Ya sabemos la importancia que tiene el lenguaje en nuestra vida. Comprendiendo nuestro entorno y teniendo la capacidad de expresarnos de forma verbal o no verbal, podemos socializarnos con los demás, pero también aprender a auto-regularnos (de hecho, muchos problemas de comportamiento en los niños se deben a esa dificultad para expresar sus necesidades y deseos).
Además, mediante el lenguaje también se potencian las capacidades intelectuales, lo cual se traduce en un aprendizaje escolar satisfactorio y en la capacidad de desenvolverse en el día a día.
Es por eso que es tan importante desarrollar esta habilidad.
Algunos juegos que nos ayudan a potenciar el lenguaje (tanto a nivel de comprensión como de expresión) son:
- Tabú (a partir de los 8 años aproximadamente): Se trata de un juego en el que el niño debe describir una persona o una palabra sin poder decir algunas de las palabras que aparecen detalladas durante un tiempo limitado. Con este juego se puede trabajar tanto el lenguaje expresivo como el control de la impulsividad, pues deben pensarse muy bien cómo describirla sin caer en las palabras más típicas, o perderán. Además, cuando es el niño el que escucha la descripción, estará trabajando también el lenguaje comprensivo, ya que debe entender lo que se le cuenta para adivinar la palabra.
- Secuencias (a partir de 2 años): Es una actividad en la que aparecen diferentes acciones divididas por pasos en distintas tarjetas. El niño debe ordenar los pasos a seguir de cada actividad. Existen diferentes niveles de complejidad, tanto por su contenido como por la forma en que se presentan (dibujos o imágenes reales). Mediante este juego, podemos trabajar con ellos la expresión verbal (van contando lo que sucede), el orden cronológico de las acciones y la organización del lenguaje.
- HedBanz (entre 8 y 11 años): En este juego, cada jugador tendrá una tarjeta apoyada en la frente sin poderla ver y deberá hacer preguntas para adivinar el personaje, objeto o animal que le ha tocado. Las preguntas deben ser adecuadas y con sentido para poder acertar.
- Scrabble (a partir de 10 años, aunque existe una versión Junior para niños de 6 a 10): Es un juego en el cual los niños utilizan letras para formar palabras. No sólo implica saber qué letras forman cada palabra (trabajando así los procesos de lectura y escritura), sino que también el niño amplía su vocabulario y pone en marcha las funciones ejecutivas (pues debe encajar las palabras en horizontal o vertical utilizando algunas de las letras ya puestas previamente).
Juegos para trabajar el juego simbólico
El juego simbólico es aquel en el que los niños simulan objetos, acciones y situaciones, imitando lo que observan en la vida real como, por ejemplo, hablar por teléfono utilizando la mano o jugar a ser un doctor curando a otro niño. Es parte del desarrollo de los infantes y comienza a aparecer alrededor de los 2 años. El desarrollo de este juego es crucial para que empiecen a elaborar representaciones mentales y a entender y asimilar el mundo que les rodea. No sólo es importante para el desarrollo de la creatividad y la imaginación, sino que tiene un importante papel en el desarrollo del lenguaje y de la socialización.
Para trabajarlo, podemos apoyarnos en juguetes como las cocinitas y comidas, el maletín del doctor, el juego del supermercado con la caja registradora o las herramientas de mecánico.
A medida que vayan desenvolviéndose con objetos reales, podemos introducir algunos aspectos imaginarios (hacer que cogemos un avión o el autobús realizando las acciones que se hacen habitualmente, etc.).
Esperamos que os hayan resultado interesantes y útiles nuestras propuestas, pero no debemos olvidarnos del mejor regalo que podemos hacer a nuestros hijos: pasar tiempo de calidad con ellos y compartir ratos en familia, tal vez utilizando alguno de estos juegos.